
Adicción a la tecnología ¿Cómo evitarla en niños y adolescentes?
Esta vez vamos a explorar ¿qué implica el estudiar y solucionar, la adicción a la tecnología en niños, adolescentes y estudiantes en general? En todos estos artículos publicados hasta la fecha siempre se busca por un balance sano y equilibrado que permita rescatar lo mejor del mundo físico y el correcto aprovechamiento de las TICs para la educación.
¿Qué es la adicción a la tecnología?
Aunque actualmente no hay un término preciso incluido en la Real Academia Española, es común encontrar esta “patología” bajo el nombre de tecnofilia. Implica así una profunda dependencia de forma excesiva a dispositivos electrónicos, principalmente teléfonos, tablets, computadores e incluso video juegos.
Algunos términos relacionados o similares también pueden ser la nomofobia, adicción a los teléfonos celulares, o ciberadicción, ocupación desmedida en internet o el computador.
Tecnófilo
Por lo tanto, un “tecnófilo” será una persona dependiente al sector tecnológico y que mostrará signos de ansiedad, irritabilidad o depresión frente a la ausencia de estos aparatos.
Algunas veces nos podemos topar con la inclusión de la propia internet incluso, con lo cual se denota la necesidad de una teorización más exhaustiva que permita esclarecer este nuevo término adecuadamente.
Viendo este panorama, es necesario comprender cómo se manifiesta y qué podemos hacer para mejorar esta situación.
¿Qué conductas pueden reflejan una alta dependencia del uso de las tecnologías?
De acuerdo con cada una de las tecnologías disponibles se pueden presentar varias pautas conductuales, pero en general se pueden resumir en lo siguiente:
- Uso excesivo de uno o varios dispositivos disponibles sin poder descansar o estar desconectado por largo tiempo.
- Ocupación gran parte del día en el uso de teléfonos, tablets, computadores, etc.
- Pérdida de interés por actividades básicas vitales.
- Nerviosismo, ansiedad e insomnio recurrentes.
- Disminución importante en el desempeño de actividades laborales o académicas.
- Déficit de la comunicación e interacción cara a cara con los demás.
- Aislamiento
- Sedentarismo
Dependencia obsesiva y la practicidad de uso
Al ser un campo de estudio con mucho margen de interpretación, es importante marcar ciertos límites entre lo que consideramos una dependencia obsesiva y una necesidad de uso.
Actualmente resulta para mucha gente inconcebible salir a la calle sin, al menos, su teléfono inteligente. Asimismo, el hacerlo puede generar ansiedad por la falta comunicacional con nuestro grupo social, también puede representar una pérdida de oportunidades de trabajo o desconexión temporal frente a cualquier imprevisto que ocurra en nuestro entorno.
Entonces: ¿Cómo nos podemos enterar si una línea de transporte no prestará servicio con antelación?, ¿y si el tráfico está muy lento en una avenida principal que necesitamos transitar?
O incluso ¿cómo ubicar fácilmente direcciones precisas sin necesidad de molestar a otros con el riesgo de equivocarse también?
Es por eso por lo que te proponemos interpretar esta dependencia bajo las siguientes premisas:
- Será una conducta obsesiva cuando atente contra el desempeño de otras actividades que se desempeñen en la vida cotidiana: trabajar, dormir, comer, etc.
- La ansiedad, irritabilidad, tristeza, frustración entre otros estados de ánimo relacionados deben ser analizados en contexto antes de dictaminar que son provocados por la ausencia del dispositivo y no por el uso dado en sí.
- Si en los espacios de esparcimiento y ocio se prefiere el uso de dispositivos tecnológicos, es necesario evaluar el balance dado entre el entorno que rodea al sujeto y el manejo de la herramienta en cuestión.
- El sedentarismo como una consecuencia de los trabajos de naturaleza administrativa debe ser entendido más como una consecuencia de enfermedades ocupacionales que por un trastorno de adicción en sí.
¿Cuáles son los grupos de edad más afectados con la adicción a las tecnologías?
Si bien podemos considerar que es un trastorno conductual principalmente ligado a jóvenes y niños (debido a la brecha digital).
Lo cierto es que adultos y personas mayores también pueden padecer de algunos comportamientos que indiquen cierto grado de dependencia a las nuevas plataformas tecnológicas.
Analizando la Adicción a la Tecnología en detalle podemos decir lo siguiente
- Recién nacidos y bebés: debido a la falta de comprensión y descubrimiento del entorno, estos carecen de conocimientos tecnológicos. No obstante, son individuos potenciales para desarrollar una o varias conductas antes mencionadas con el paso de los años.
- Niños: el contacto de los niños con la tecnología puede favorecerlos en su desarrollo potencial, el uso prolongado puede iniciar conductas que demuestren dependencia.
- Adolescentes: comprenden los beneficios de las TIC gracias al anonimato digital. Cabe destacar que el inicio de conductas aislativas y su propensión a la comprensión de las nuevas tecnologías les facilita la capacidad de padecer trastornos conductuales.
- Adultos: se ven afectados con mayor dificultad por la implementación de nuevas herramientas tecnológicas. Generalmente, su necesidad de interconexión digital pasa por relaciones laborales o plataformas que faciliten la comunicación inmediata.
- Adultos mayores: por su parte representan al grupo más expuesto al desconocimiento digital, convirtiéndose en analfabetas digitales. A su vez, son muy propensos a manifestar otro tipo de trastorno conductual: la tecnofobia. Pero de eso se hablará en otras oportunidades.
¿Cómo combatir la adicción a la tecnología en niños y adolescentes?
Por otro lado, la adicción a la tecnología parece ser un “mal” que llegó para quedarse con nosotros.
Depende mucho de nuestra propia capacidad de reconocer el tiempo invertido en internet y distintas redes sociales y evaluar cuán nocivo resulta este comportamiento.
Sin embargo, cuando se trata de niños y adolescentes, es necesario una participación que no desencadene en trastornos conductuales más graves con la Adicción a la Tecnología.
Construcción de vínculos
En tanto, es sumamente vital construir vínculos afectivos familiares y desarrollar la comunicación sana y abierta entre sus participantes.
Ayudar a los jóvenes a comprenderse a sí mismos y tener una sana autoestima es tarea fundamental de padres, madres y educadores por igual.
La tecnología no es un enemigo para nadie, pero genera curvas de aprendizaje diversas en la población.
Por ese motivo el manejo de las herramientas digitales y tecnológicas debe realizarse como un proceso de aprendizaje bidireccional, con mente abierta y paciencia. No obstante, eso no significa que se deba regular su acceso.
Límites, para evitar la adicción a las tecnologías
En efecto, establecer límites razonables acordes al cumplimiento de determinados objetivos (hacer la tarea, limpiar la habitación, etc.) es un buen punto inicial para tomar en cuenta.
Es importante que entiendan que el mundo está allá afuera y permite un montón de actividades diversas y divertidas en conjunto a otras personas.
El control parental en algunas situaciones puede tornarse necesaria, pero debe ser llevado con mesura y no de forma autoritaria.
El apoyo psicológico es también fundamental en casos delicados.
Tanto padres como hijos pueden consultar a especialistas que los orienten a desarrollar un manejo sano de las herramientas digitales. Es importante tener en cuenta que el uso de estos dispositivos no es malo, siempre y cuando no sea obsesivo.
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¿qué piensas acerca de la Adicción a la Tecnología?